Participar en una feria es una manera de conocer el mercado, aunque los costes suelen ser elevados por lo que merece la pena el esfuerzo previo de selección de la misma.
Por ello, es necesario que nos tomemos un tiempo para investigar sobre la feria a la que pretendemos acudir y haber realizado un análisis previo que nos permita saber de antemano, si es lo que en realidad estamos buscando:
- Fecha, lugar, duración y periodicidad del evento.
- La afluencia de público de años anteriores y qué porcentaje de este público representa importadores, distribuidores, detallistas o público en general.
- Conocer el número de expositores, lugar de donde provienen, el tamaño de empresas que participan y actividad principal, ayudarán a hacerse una primera idea de si le podremos sacar todo el provecho a dicha acción promocional.
- Analizar un histórico de los datos de afluencia a fin de poder determinar una tendencia, esto es, si cada vez acude un número mayor o menor de gente.
- Requisitos de participación: anticipos, visados para el personal que atenderá el stand, requisitos arancelarios y no arancelarios para el envío de los productos que se desea exhibir, tamaño del stand…
- Participación institucional como ICEX o IGAPE por ejemplo. Para las Pymes, es más económico y razonable acudir de la mano de un organismo de promoción exterior. Hay que informarse bien de condiciones y plazos.
- Otras ayudas institucionales destinadas a este tipo de promoción.
Por último, señalar que, antes de acudir a una feria como expositor, es recomendable hacerlo previamente como visitante. Esto nos permitirá saber si en realidad es un evento que nos interesa, con un gasto mucho más reducido. Además, puede abrir las puertas a un primer contacto con empresas que participan y con las que podemos entablar negocios en un futuro.