D.O. MONTERREI
Hace más de 60 años, la unión y amistad de dos familias, sientan las bases de lo que años más tarde será Crego e Monaguillo. En esos momentos los vinos de Monterrei, con una fuerte tradición vitícola, no gozaban del prestigio ni reconocimiento que tienen en la actualidad. Su destino era el autoconsumo, y para su caso, la venta de los excedentes a granel.
Ernesto Atanes (padre) y Manuel Rodríguez, amigos simplemente, de alguna forma fueron los que sentaron las bases de lo que años más tarde sería Crego e Monaguillo. Entendían el vino como un placer, algo que compartir alrededor de una mesa con los buenos amigos, así, juntos cuidaban y mimaban sus viñas, sin embargo, sus vinos los elaboraban por separado. En las reuniones familiares siempre la misma discusión «cuál de los dos hacía mejor vino».
Años más tarde sus hijos, Ernesto Atanes (Crego) y Ernesto Rodríguez (Monaguillo) fundan Crego e Monaguillo. La experiencia de sus padres y sobre todo la ilusión por poner en marcha su propia bodega, donde elaborar unos vinos de calidad y así contribuir al crecimiento de esta denominación, dejando atrás el concepto que se tenía de los vinos de Monterrei.